domingo, 23 de diciembre de 2007

CAPÍTULO 2 de la 1ª temporada

-Abuela, te he dicho mil veces que no abras la puerta tu- la voz de Juanma me salvó del ataque de nervios que estaba apunto de sufrir- anda, pasa para adentro yaya…
La abuela, sin soltar el cuchillo y caminando como E.T el Extraterrestre en la escena en que se emborracha, se metió dentro de la oscuridad del piso.
-Tía, lo siento, es mi abuela Eustaquia, le estamos buscando un asilo, pero es que tienen unos precios…- se disculpó Juanma.
-Tu abuela Eutanasia, me ha pegado un susto de muerte- repliqué y miré por el hueco de las escaleras, para comprobar si Brunny estaba allí- mi amiga se ha pirado de la impresión, supongo que estará en la puerta.
Juanma me hizo pasar a su casa, y luego a su habitación. Tenían casi todas las persianas bajadas y todo estaba muy oscuro. Me agarré al brazo de Juanma por temor a toparme otra vez con la abuela Eutanasia.
Entramos en su habitación y me senté en la cama. Entonces, empezó a sonarme el móvil. Era Brunny:
-¿Estás bien o te ha matado esa abuela loca?
-Estoy bien, anda, sube, que era la abuela de Juanma, que esta un poco senil- miré a Juanma- ¿Te importa que suba una amiga mía?
Dijo que no con la cabeza y acto seguido, deje ir una retahíla de instrucciones por el móvil para que se subiera. Fui a abrirle personalmente la puerta, ahora que mis ojos ya se habían acostumbrado más o menos a la oscuridad. Le cogí la mano a Brunny para que no se tropezara con nada.
De repente, alguien o algo encendió una luz a lo lejos en el pasillo, y vimos dibujada de nuevo la silueta de la señora Eutanasia. Con la luz que le daba por detrás, no podíamos ver su rostro, aunque no sé si hubiera preferido vérselo a imaginármelo de nuevo, con aquel ojo de cristal. Aún llevaba el cuchillo y su postura era la mar de amenazadora, como las gemelas que aparecen al fondo del pasillo en El Resplandor.
Brunny dio un tirón de mi mano como para soltarse, pero yo, que estaba intrigadísima, la agarré con fuerza. Esta vez no grité. La abuela se nos iba acercando despacito con el paso E.T. y decía constante mente “ROT-TA, ROT-TA”. Mientras iba caminando, iba arañando la pared con la punta del cuchillo. Era una escena de lo más terrorífica…
-Parece que nos dice algo…- dijo mi amiga muy flojito
-Lo sé, vamos a esperar a que se nos acerque un poquito más, y luego si da mucho miedo, gritamos al unísono y salimos corriendo de aquí.
-¿Tienes ya el costo?
-No, mierda…
Eutanasia se nos acercaba más y más, eso si, muy despacito, y cuando la tuvimos a dos metros, dimos un paso hacia adelante, para ahorrarle trabajo a la pobre mujer. Le quité el cuchillo de las manos y Brunny la cogió per el brazo para sentarla en una butaca que había en el comedor, donde nos encontrábamos cuando se dio el suceso espeluznante.
Nos calmamos las tres un poco. La abuela empezó a respirar fuerte cuando la sentamos y mi amiga, le descubrió una baraja de cartas del tarot en la mano.
-Mira Foxy, solo quería echarnos las cartas…
Giré sobre mis talones y dejando a Brunny con la yaya, me fui a buscar a Juanma. Como el chico esta siempre muy por labor, ya me había cortado un talego sin que se lo pidiera. Le pedí que me cortara uno más. Le pagué y me dispuse a salir de aquella oscura casa.
Abrí la puerta de la habitación de Juanma y al salir, ya no encontré a mi amiga ni a la yaya en el comedor. Empecé a llamar a Brunny, primero interrogativamente para ver si me oía y me contestaba y luego a gritos, ya que empecé a temer por su vida. Entonces vi que lo que en principio habíamos creído que era un cuchillo, realmente era un abre cartas. Me tranquilicé pensando que si la abuela Eutanasia estaba con mi amiga, al menos iba desarmada.
-Deben de estar en la habitación de mi abuela. Por cierto, se llama Eustaquia y no Eutanasia…
Di unos golpecitos en la puerta de la habitación que Juanma me indicó y metí la cabeza. Vi a Brunny y a la yaya alrededor de una mesa. Parecía que le estaban echando la suerte a mi amiga. Cerré la puerta metiéndome dentro de la habitación, que para mi sorpresa, era la más iluminada de la casa. La arrugada cara de la señora, se giró hacia donde yo estaba.
-¿Molesto?
-Foxy, la suerte solo pueden echártela de verdad en privado, no tienes porque enterarte.
-Vale, te espero fuera, yo ya estoy.
Al salir, fui corriendo allí donde estaba mi camello y le pedí un vaso de cristal. Sí, la curiosidad o el cotilleo son unos de mis trechos característicos… que se le va a hacer.
Me puse, pues, con el vaso pegado a la puerta de madera y mi oreja adherida con un Super-glue imaginario al vaso.
-Pronto te visitará el amor, puede que incluso mañana. Será tu media naranja. Viene de un sitio desconocido y misterioso y se dirige a uno donde pueda hallar la paz de su interior. Está más cerca de lo que piensas. También vas a vivir una aventura desconocida y misteriosa que te llevará a conocer tu paz interior. Llegará pronto, puede que incluso mañana. Te comerás medio helado de naranja mañana o pronto…
-Señora, ¿está usted segura de lo que me está contando?
-Bueno, admito que me he hecho un poco de lío, pero no sé desde dónde… A ver, qué vuelva a empezar… Las cartas hablan de la luna, la luna será la que convierta lo inocuo en fantástico… Solo los elegidos entre la multitud hallarán la llave del misterio. Mucho tendrán que andar y herrarán en el camino, pero la crescencia de la reina del cielo nocturno señalará el cuarto estante de la zona de higiene para el hogar del LIDL… Ldil… Dlil… Ildi… Afáfáfá…
- En fin, señora, muchas gracias por la información y que la pase usted bien – dijo Brunny recogiendo los bártulos y yéndose -.
Fui a la cocina a dejar el vaso, disimulando que estaba bebiendo. Entonces, la abuela Eutanasia, me llamó y me dio un collar dedicándome unas extrañas palabras que me sonaron a mal de ojo:
-Vivirás grandes aventuras y, en consecuencia también correrás grandes peligros. Te encontrarás con el amor y lo harás eterno y te encontrarás con la muerte muchas veces, pero a ella le negarás la eternidad, pues nunca verás el momento de irte. Te doy este amuleto para que te proteja y te ilumine.
Y diciendo esto volvió a meterse en la habitación. Se me debió quedar cara de póker, pues no sabia muy bien a que venia aquello. No le di más importancia, pues el colgante me gustaba bastante.
Así pues, salimos de “Los Bloques” con una sensación algo extraña y un par de talegos de costo.
-Te llamo cuando termine de comer- le dije a Brunny, pero ella parecía estar pensando en otras cosas.

5 comentarios:

Kalitro dijo...

Uh... comenzamos con viejecita leyendo el destino.
Si bien no en el fondo, al menos en la forma es original.

Hay maneras más sutiles, no obstante, de hacer foreshadowing.

Anónimo dijo...

Pues yo estoy muy a favor de las tiradoras de cartas

Noktus dijo...

Ancianas creadoras de pavorrrr!!!

Que Satanás las acoja en sus senos!! (que?).

Bue, me tendré que quedar esperando a ver que pasa ahora... u_u'

Anónimo dijo...

la vieja es la pooolla xDDDDD me proclamo fan!!
i weno, k pongais ya lo siguiente o tendra k hacer aparicion mi cuxillo jamonero, nenash ;D

Anónimo dijo...

Wah! mola la yaya Eustanasia-Eustaquia...jejeje

pues eso a ver cuando llega la tercera parte y se cuuuumplen las estrafalarias premoniciones a lo oráculo de Delfos de la yaya de Juanma.