domingo, 13 de enero de 2008

CAPÍTULO 5 de la 1ª temporada

-Foxy, FOXY!- me gritó alguien en el más allá…
Me había quedado abrazada al tubo de terciopelo, con la boca abierta, mirando la puerta fijamente, como en trance. La señora encargada de las telas, me miraba con cara entre de atónita y de haber descubierto una perversión. Sostenía las telas en la mano y se había quedado perpleja, como si fuera descubierto a su marido con su hermana o algo por el estilo.
-La pasta…-me increpó Brunny
-Hostia, LA PASTA!-me estaba cagando en todo… Me habían jodido el instante de placer con el rulo de terciopelo y además me habían hecho caer en la cuenta de que se me había olvidado sacar dinero.- Tía, no he sacado y lo sabes… tendrás que pagar tu y luego te lo doy
-Pero me lo das, que yo hoy ya he pagado las pinturas – mientras dijo esto se metió la mano en el bolsillo y sacó su monederito de Hello Kittie para pagar – A ver, 3 por 6…
-¡TREINTA!- se me escapó…
El mundo se hizo oscuro, no había nada bajo mis pies más que el abismo de la estupidez. Veía borrosa a Brunny como me miraba y me abracé aún más al terciopelo… Había respondido “treinta” tan felizmente a la pregunta de cálculo mental de tres por seis… Había vuelto a primaria, a aprender las tablas de multiplicar… Yo, que ya estaba en el instituto haciendo ecuaciones de segundo grado…
-Dieciocho- dijo la señora- son dieciocho.
Y volví al mundo real con un arrebol en las mejillas muy impropio de mí. Siempre había sido algo sinvergüenza y descarada, así que no era fácil verme sonrojada de vergüenza como lo estaba esa vez. Era un día extraño, estaban pasando muchas cosas raras en un solo día y aún no había atardecido. Aunque, pensándolo bien… ¿no estaba mi vida siempre repleta de situaciones similares en grandes cantidades a diario? Concluí, en que no era nada fuera de lo normal.
Tras pagar, Brunny me desenganchó del rulo de terciopelo pero, aproveché que le faltaron los reflejos y las manos (pues cargaba con la bolsa de la tela), y me escabullí para hincarle las garras a otra bobina, esta vez de terciopelo rojo que hacía aguas verdes…
-Brunny, es precioso…- dije casi con los ojos llenos de lágrimas…
-Foxy, vale ya, ya has hecho suficiente el ridículo aquí por hoy con el cálculo ¿no crees?
Y bajé mi cabeza y la seguí fuera de la tienda.
Subimos Prat de la Riba hasta la Plaza Ricard Vinyes. Nos paramos delante de todos los escaparates de la Calle Dr. Fleming y luego cogimos Paseo de Ronda hasta el Pryca (que ahora se llama Carrefour) y fuimos directas a mi casa.
Una vez allí, intentamos extender la tela en la terraza, pero nos dimos cuenta de que no cabíamos nosotras y la pancarta a la vez, así que al final bajamos al jardín con las pinturas.
-No tenemos pinceles, así que lo vamos a tener que pintar con las manos… -le dije a Brunny aún avergonzada por lo de ¡TREINTA!
-Vale, pues con los dedos, lo pasaremos bien- me dijo para intentar animarme
Decidimos que el mensaje más bonito y claro que podíamos poner sobre la pancarta era un NO A LA GUERRA, con la imagen del misil que cae dentro de un signo de prohibición (todos lo conocéis, no jodamos). Brunny dibujó con lápiz el contorno de las letras y después yo las pinté con los espráis. Acabamos de perfilarlas con la pintura negra y roja puesta en nuestros dedos, y al final nos gustó tanto, que acabamos por meter las manos dentro del cubo y estampar la silueta. Cuando terminamos, la pancarta era todo un cuadro de buen gusto y convicción.
Cómo los lavabos de la piscina estaban cerrados con llave todo el años excepto en verano, tuvimos que lavarnos las manos en el agua helada de la piscina.
Felices como perdices de nuestra gloriosa hazaña, colgamos la pancarta en dos palos de madera que mi padre tenia por casa y usaba de caballete para mesas improvisadas. Grapamos nuestra obra allí y dejamos secar la pintura en la terraza.
Con la tontería, ya eran las nueve y media de la noche. Acompañé a Brunny hasta medio camino de su casa y aprovechamos para fumarnos otro cigarro. Me pidió uno “para por el camino”. Brunny no ha comprado en su vida una cajetilla de cigarros. Bueno sí, una vez, cuando cumplió 18 años, pero eso es posterior, así que para aquel entonces, ya tenía más que desarrollada su faceta de gorrona pitis.
Mientras volvía a mi casa, volví a ponerme el Discman y a escuchar la BSO de Blade Runner. Cómo estaban cimentando unos pisos delante del mío, me quedé un rato mirando las grúas y todo el material de construcción. Las máquinas y la oscuridad de la noche, mezclados con el bajo electrónico del tema musical de la película de Ridley Scott (aunque yo sospeche que haya más de Verhoeven en ella que del mamerto de Scott), me hicieron viajar a un universo paralelo.
Me quedé un rato mirando a la inmensidad y luego, notándome ya el cansancio en los huesos, subí a mi casa. Me metí en la cama con Los Tres Mosqueteros. Con el libro, me refiero. Aunque, la verdad, no me importaría compartir el lecho con tales caballeros una noche o más. Pero fantasías aparte. Me subí hasta debajo de la barbilla las sábanas de El Imperio Contraataca y leí un par de páginas.
No podía concentrarme: ¿Por qué no dejaba de oír ambulancias? ¿Había pasado algo cerca de mi casa o era la simple proximidad de esta con el Hospital Arnau de Vilanova y los bomberos?
Para colmo, en algún piso colindante al mío, se oían gritos desgarradores seguidos de sonidos de platos todos y gemidos. ¿Estaba experimentando algún vecino mío una nueva técnica sexual?
Me tapé los oídos con mi osito de peluche (el Pepo, que quienes lo conocéis, sabéis que es de tapicería de sofá de los 80’s y no de peluche) y con la almohada e intenté dormir.

3 comentarios:

Noktus dijo...

Aaaaaaaaaaaaaargh!
Ahora me he quedado con ganas de saber más!
Es cierto que brunny compró un paquete de tabaco para ella al cumplir los 18? O_O XDDD

PD1: Me han dicho que hay gente que lee esto,pero que no comenta porque no ta registrada en gmail/blogger o porque lo lee, pero no tiene nada que decir xD.

PD2: Igual Riddley Scott no es tan patán si tiene un buen guión.

Kalitro dijo...

¡Jajajaja, que acemila! 3 por 6 son 36.

Y Ridley Scott ha dirigido cosas tan majas como Alien o er... humm Thelma & Louise.

Mademoiselle Fox dijo...

Te gustó Thelma & Louise?? My God, pero si es de la casta de La teniente O'Neil...
Alien el octavo pasajero y T&L no pueden ir en el mismo saco, cariño: al igual que Blade Runner, Alien también lleva mano de producción Verhoveniana...