miércoles, 27 de agosto de 2008

Summer Edition-CAPITULO 15

-¡¡Tía, que es el fraile ese de Led Zeppelin, el del Stairway to Heaven!!- exclamé por fin.
Nicole seguía petrificada. Pesé a haber recuperado el habla, seguía viendo aquella mística figura que cada vez se acercaba más y más a nosotras.
Una vez se halló justo enfrente, a unos pocos metros de dónde estábamos sentadas en el suelo, con una voz ni fina, ni aguda, sino indefinible, como celestial y de ultratumba, nos dijo:
-Soy el espíritu del jardín. Llevo muchos años dormido esperando que alguien rompa mi sueño. ¿Qué deseáis?
-Ah, y ¿a que te dedicas cuando no estás durmiendo?- pregunté para saber en que invertía el tiempo nuestro espíritu
-El despertar de un espíritu requiere cumplir los deseos de aquellos que han invocado la llamada.
Se creo el silencio: Nicole estaba empanada con la luz azulada que emanaba del ente y yo, estaba absorta pensando en que clase de ritual habíamos hecho para hacer la “llamada”. El espíritu nos miraba de soslayo, de vez en cuando a mi amiga, y de vez en cuando a mí.
-¿Cumples deseos?- abrió la boca Nicole.
-Sí, uno por cada alma.
-¿Tenemos que contestarte ahora? – quise saber.
-No tomaros el tiempo que necesitéis.
-Y… ¿el deseo se cumple gratis? – preguntó la Nicole haciéndose la ingenua
-Bueno… la verdad es que había pensado en que me hicierais algún que otro favorcillo…
-Explíquenos el favor y le diremos si hay trato - desafié
-Veréis, necesito que arregléis un poco esto… ya sabéis, quitar las malas hierbas de aquí y de allí, plantar crisantemos, lirios, violetas…
A medida que el espíritu decía nombres de plantas, a mi amiga se le iluminaban los ojos visualizando mentalmente donde iba a poner cada cosa.
Entonces se me ocurrió una idea y cogiendo a la Nicole por la manga de la camiseta, acerqué su oreja a mi boca.
-Vamos a plantar marihuana, así que deja un espacio en tu imaginación para ella.
-Hecho- dijo en voz alta, mi querida Nicole
-Muy bien, así pues trato hecho- sentenció el espíritu.
Y alzando las manos, desapareció.
Sacudí mi cabeza como si acabara de caerme un montón de confetti por encima.
-¿Porqué has dicho que sí?- le espeté a mi amiga, casi mosqueada.
-Tía, no seas gilipollas- me increpó y quiso explicarse – Yo he dicho “hecho”, pero te lo decía a ti. Lo que pasa es que el mamerto este se ha pensado que iba por su propuesta, pero también te hubiera podido pasar a ti.
Comprendí a la Nicole. De todas maneras, es lo que tiene ser amigo de alguien: comprenderle, apoyarle y nunca, nunca de los jamases, juzgarle por sus actos ni por su persona. Si le quieres, le quieres y punto, tal y como es, con sus defectos y sus virtudes.
Todo esto me pasó por la cabeza mientras Nicole miraba hacía otro lado pensativa.
-¿En qué piensas?- pregunté.
-En el deseo que voy a pedir…-dijo soñadora.
Propuse que volviéramos a casa a comer.
A la hora de la siesta, me tumbé en la cama. Desde allí, viendo el mismo techo que había estado observando durante mis tristes días después de que John me rompiera el corazón, se me antojo una tarde triste, muy triste.
Pero no podía permitir que las horas me pasaran de largo mientras le daba vueltas a mi cabeza.
Vi entonces, colgado en la silla, el pantalón que había llevado el día que descubrí el jardín. En el bolsillo trasero, se dejaba entrever una tarjetita blanca, ya un tanto arrugada. Leí: ÁNGEL BENEDETTI Vice-president. Mergers&Acquisitions Dep. Invest Johnston Company.
Era un buen momento para volver a verme con aquel desconocido. Así pues, cogí mi teléfono móvil y marqué el número que ponía en la tarjeta.
-¿Sí? –contestó un voz masculina al otro lado del teléfono.
-Hola ¿eres Ángel?- pregunté, por si acaso.
-Sí, sí, el mismo- dijo como extrañado.
Se hizo el silencio. Un silencio largo, ya que cuando hablo por teléfono tumbada, me cuesta más reaccionar.
-¿De parte de quién?- quiso saber.
-Soy Laura, bueno Amalia, la ciclista del otro día…- no sabía muy bien como identificarme ante aquel chico.
Empezaba a sentirme ridícula en aquella situación y las ganas de colgar se hicieron inminentes.
-Nada, llamaba solo para darte las gracias por lo del otro día, fue un detalle- intenté explicar torpemente.
Normalmente no tengo ningún sentido del ridículo, pero aquel chaval, tan tranquilo aparentemente, tomaba las riendas de todas las situaciones en las que nos habíamos visto envueltos.
Seguía callado y como esperando que yo dijera algo más.
-Bueno, pues espero que nos veamos otro día. Adiós y gracias otra vez.
Y colgué. “¿Por qué has sido tan torpe, Laura?” me pregunté en ese momento.
Pero no me dio tiempo a pensar mucho más. Porque sonó nuevamente el teléfono.
-¿Sí?- lo cogí si fijarme en el número.
-Hola, soy Angel. Estoy cerca de Lleida. ¿Te apetece quedar?- dijo sin más.
-Sí, claro que sí- bufé aliviada.
Por unos momentos pensé que podía haber tirado la tarjeta a la basura, total, para lo que había conseguido. Pero en ese justo momento, Patrick Bateman había hecho lo que cualquier galán de película moderna haría ante la desesperación de una tontita buscando compañía sin saber bien como hacerlo.
-Te paso a buscar por tu casa en un hora ¿Te va bien?
-Perfecto- Y dicho esto colgamos.
Empecé a ponerme mona. No mucho: probarme unos pantalones por aquí, una faldita por allí, para acabar poniéndome la ropa de siempre.
Con unos tejanos y una camisa, me fui al lavabo para peinarme un poco.
-Laura, te suena el móvil- gritó mi madre desde la habitación contigua a la mía.
Corrí desde el lavabo para cogerlo, pensando en que seria Ángel cancelando la cita. Entonces vi que era la Nicole.
-¿Dime cariño?- contesté cariñosamente.
-Nena, ya sé lo que le voy a pedir al espirítu.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

uy, nuestra prota tiene una cita..

La Nicole es tan mona..... actualiza pronto!! quiero saber el deseo

Anónimo dijo...

A ver que le pediran nuestras protas al señor espiritu, miedo me da? pero creo que con la hierba que puedan plantar tendran suficiente ya jajajajaja

Mademoiselle Fox dijo...

Escrotos danzantes en medio de una noche estrellada... ^_^

Kalitro dijo...

Me resulta pelín forzado que el espíritu diga lo del deseo así de golpe, pero me gusta bastante que pida que arreglen el jardín.

Sea como sea, no uses el deseo como botón de reset, aunque seguro que ya has pensado algo mejor que eso.

Alstan dijo...

Yo pensé que exigiría un brownie con helado de vainilla
http://www.youtube.com/watch?v=B-R-O_-S_-o

Anónimo dijo...

neni, te comento pa que veas que me lo leo...

está muy interesante

que va a pedir nicole?

no sé que pediria yo en su situacion.... :P


topomaaaaan