domingo, 3 de febrero de 2008

CAPÍTULO 8 de la 1ª temporada

Estando ya en casa de Brunny de nuevo, le expliqué para evadirla, el asunto del hindú Golemar.
-Tía, ese porro de costo te ha afectado la parte más sensible del cerebro… ya no recibes bien- y me tocó la frente preocupada
-A ver, aquí nada es muy normal. Fíjate, analízalo, mírate la puta cara…-le reproché señalándola
-Vale, tienes razón, una puta pancarta me ha atacado y eso no tiene ningún sentido aunque, tal vez… fuera el viento…
Al plantearme esta opción, pensé en como se me había ido la olla después del canuto y decidí, que tal vez Brunny tenía razón. Pero me reafirme: tenía suficiente fe en mí como para demostrar lo que había visto, oído y vivido.
-Muy bien, entonces ve al baño y lávate la cara como si nada- la reté
-No, creo que no…- y miró hacía el suelo- tía, es mi cara, mejor que no me la toque por si acaso… entiéndelo
Yo sabía que con aquella respuesta, tenía su aprobación sobre el tema de que las cosas que estaban pasando alrededor nuestro parecían tan irreales que había que estar alerta. Cogí un papel y un boli Bic y apunté: Kiefer lufter frischungs mittel da kairu konie pau, raska taplam tari tomino tarisú, son patum tari comopelo tarifenco salim arrasca ayahuasca, ringa tupé tupadreschenoa taringo kilé.
Eran las palabras que me había dicho el hindú y que en aquel momento se me presentaron como una revelación. Mientras Brunny se hurgaba los oídos con un Titti-lei y buscaba alguna película de Takashi Miike para el momento, yo iba pensando en las cosas que habían pasado en las últimas 48 horas: Houdini el de La Festa, la abuela Eutanasia y su profecía, la puerta misteriosa de Teixits Alzamora, la pancarta pacifista boxeadora, Golemar…
-¿Te parece bien Zeburaaman?- me preguntó
-¿Te parece bien a ti que eres la que lleva la cara pintada cual oso panda, ver una peli japonesa que se llama Zebraman?
Estuvimos un rato riéndonos para no llorar sobre la desgracia de mi amiga. La verdad es que era una putada no poder hacer nada para solucionarlo. Al menos, no de momento.
Nos pusimos a ver Zebraman, pero yo no conseguía concentrarme, así que a mitad de la película, le dije a Brunny que me iba, que necesitaba descansar un poco y que, si le apetecía, ya quedaríamos por la noche para ir a Los Vinos.
Los Vinos es una zona de Lleida repleta de bares, antros y demás. Había locales de todo tipo: de sudamericanos, de árabes, de Latinos, de moteros, de heavis, de rockeros, de poperos, de pijos, de abuelos, etc. Nosotras solíamos quedar siempre en el Carrer Panera, donde estaban los antros más afines a nuestros gustos.
Así pues, cogí mis cosas y salí de la casa de Brunny acordando que nos veríamos luego en el Trivial. Cuando salí al exterior, pude ver la neblina y oler su horrible hedor a huevos podrido nuevamente. A pesar de eso, el panorama me regalaba un atardecer precioso, de tonos rosas, grises, rojos y anaranjados.
Me calcé el Discman y caminé hasta mi casa, que a aquella hora y a solas, no se me presentaba muy cercana, y menos con aquel ambiente verdoso en el aire. Tomé la Calle Lluís Companys hasta la Plaza del Parchís y luego subí por Passeig de Ronda hasta la calle Joc de la Bola. Pese a ser sábado, no se veía a nadie por la calle. Miré mi reloj: bueno, era normal, era la hora de cenar.
Cuando llegué a mi casa, ya había oscurecido del todo. Estaba un poco preocupada y alterada por todo lo que había pasado durante la manifestación. Pensé que tal vez deberíamos ir a sacar los palos de la pancarta de la fuente de Plaza Catalunya, así que cogí el teléfono y llamé a Brunny.
-Tía, alguien tendría que sacar los palos de la fuente- le dije
-Pues no voy a ser yo, esa pancarta ya me ha atacado una vez y no me gustaría que se repitiera- se quejó
Terminamos la conversación acordando, que en lugar de quedar en el Trivial, quedaríamos en Rambla d’Aragó y ya sacaría yo los dichosos palos, aunque ella tendría que acompañarme, ya que tuve que admitir que a mi también me daba reparo.
Fui a la nevera dispuesta a hacerme con un quesito Kiri y un trozo de pan cuando oí a mi padre y a mi madre hablando muy flojito:
-Pues me parece que él se puso bastante histérico buscando gambas crudas por casa, aunque suene rarísimo…- susurraba mi madre
-Sí, pues luego ella se puso un chándal de su hija y se pasó media noche dando vueltas alrededor de la piscina corriendo…- contestó mi padre igual de flojito
Cuando se dieron cuenta de que les estaba escuchando desde la puerta del comedor, me miraron y se callaron mientras seguían viendo un documental que daban en la tele. Cómo tampoco tenía mucho interés y me pareció haber oído mal (¿gambas crudas? ¿media noche dando vueltas a la piscina?), seguí mi camino hasta la cocina, en concreto hacía la nevera.
Abrí la gran puerta blanca llena de imanes y, para mi decepción y desgracia, no encontré Kiri; así que pillé un Red Bull, me lo bebí de un trago y me fui a mi habitación a leer. Tenía entre manos la novela El Ocho de Catherine Neville y, aunque el libro me atraía muchísimo y por más que mi mente lo intentaba, no conseguía concentrarme.
En ese momento recibí un SMS de Brunny: “¿Kdamos antes? 11 n el Rcto”. El Recto no se refería al esfínter ni a nada asociativo con la escatología, sino al Rectorat, el antiguo seminario de Lleida que se había convertido en un edificio de la Universitat de Lleida. Habíamos quedado allí porque también estaba en Rambla d’Aragó.
Antes de salir de mi casa, cambié el cd del Discman y me endosé el The Wall de Pink Floyd, el segundo disco para ser más exacta. Fui bajando hasta donde habíamos quedado mientras cantaba entre dientes las canciones que iban sonando, de forma ordenada (odio el modo aleatorio que la gente se pone en iPod’s, MP3’s y etc.).
Cuando llegué encontré a una Brunny lívida, con la pintura todavía en la cara y que me miraba como diciéndome “Date prisa” en lugar de acercarse hacia mi (es bastante perra, a veces). Por fin llegué a su altura tras haber pasado dos minutos y medio bajo sus ojos perplejos.
-¿Qué pasa? ¿Te ha subido tarde el porro?- me mofé
-La-pancarta-no-esta…

5 comentarios:

Mademoiselle Fox dijo...

Me muero por Fele Martínez... me quita el sueño. Insomnio...

Kalitro dijo...

Veamos...
-Me ha decepcionado que entre las etiquetas no esté "Quesito Kiri".
-El modo aleatorio de los mp3's es un atentado contra la música y los discos conceptuales.

Mademoiselle Fox dijo...

Yo nunca uso modo aleatorio... ya sabes, pinkfloydera hasta la muerte xD (por eso de seguir el hilo argumental de cada obra...)

Alstan dijo...

Tttti-Lei FUCK YEAH!!! No hay nada mejor para los oidos.

¿El Red Bull es un placebo para un Kiri? No sabia yo eso

Mademoiselle Fox dijo...

Sois todos tan superraros a estas horas de la madrugada... madre mía... El otro día fui a ver Juno. Peliculón! (*****)